¿Frío o calor para una lesión?
¿Cuando usar la terapia del frío para una lesión reciente y cuando usar el calor?
29 septiembre, 2019 por
¿Frío o calor para una lesión?
Pablo Sebastián Cirujeda, Pablo Sebastián

¿Cuántas veces te has lesionado y has usado hielo o algo frío para calmar la zona afectada? ¿Cuántas veces has hecho lo mismo pero usando algo caliente? Sabemos que el calor y el frío son métodos habituales para aliviar dolores de lesiones recientes. Sin embargo, no solemos tener del todo claro cuando aplicar el frío y cuando el calor. En este post te lo contamos.

En primer lugar, generalmente se utiliza primero la terapia de frío, cuando la lesión acaba de producirse, para reducir así el nivel de inflamación. En los días posteriores, es cuando se empezaría con la terapia de calor para calmar el dolor y agilizar el proceso de curación de la lesión.

Terapia de Frío

Tal y como se ha mencionado anteriormente, aplicaremos frío a la zona afectada cuando acabe de producirse la lesión (a raíz de un golpe, una caída…) dejando como margen un máximo de tiempo de 72 horas.

Es importante tener en cuenta que el frío puede provocar quemaduras en la piel, con lo que la terapia de frío no deberá durar más de 20 minutos ni estar la zona fría en contacto directo con la piel, sino envuelta con una toalla, por ejemplo.

Una vez pasados los 20 minutos es recomendable repetir el proceso cada 2 horas durante el mismo día.

El hecho de reducir la inflamación se debe a que el frío provoca el estrechamiento de los vasos sanguíneos reduciendo así el flujo de la sangre.

Cabe resaltar que el frío no es una curación apta para heridas abiertas o hemorragias. Además, el frío tampoco es bueno en determinados casos, como por ejemplo en pieles sensibles, en personas que padecen el síndrome de Raynaund o con trastornos vasculares periféricos, etc.

Terapia de calor

Una vez pasadas las 48 horas del golpe, es entonces cuando se aplica calor a la zona afectada. Si el frío aporta un alivio a corto plazo, para medios y largos plazos necesitamos calor gracias a su efecto sedante más prolongado.

Lo que provoca el calor es, al contrario que el frío, un aumento del flujo de la sangre y, en consecuencia, un aumento del volumen de oxígeno curativo y de nutrientes transportado a la zona.

Pese a que este método es recomendable cuando el hinchazón se ha reducido, el calor suele ser más habitual en dolores musculares debido a, normalmente, exceso de esfuerzo físico o malas posturas.

En estos casos podemos saltarnos la etapa del frío y empezar directamente con calor sobre la zona afectada.

Es importante recordar que no se debe utilizar el calor para hinchazones o inflamaciones aun habiendo pasado las 72 horas, así como en otros casos especiales como traumatismos recientes, hipertensión, etc.

La ventaja de esta alternación entre frío y calor sobre lesiones es el ágil progreso de curación. No obstante si padeces alguna enfermedad, estos efectos no siempre puede ser le método más indicado, con lo que te recomendaríamos que consultaras previamente qué hacer con tu médico.

En nuestra tienda online encontrarás el material necesario en cuanto a las terapias de calor y frio.

¿Frío o calor para una lesión?
Pablo Sebastián Cirujeda, Pablo Sebastián 29 septiembre, 2019
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